Psiquiatría

En el caso de los síntomas psicológicos ese malestar puede incluir un desbordamiento ante emociones como tristeza profunda, angustia y ataques de pánico incapacitantes, explosiones de rabia intensa, incluso sentimientos de vacío o incapacidad para conectar con uno mismo y lo que siente. También pueden tener un impacto en el cuerpo mediante el insomnio, el cansancio, el aumento o pérdida de apetito, el consumo de sustancias, etc.

Los síntomas que acompañan a este malestar pueden ser tan angustiosos y limitantes que precisemos ayuda de fuera para recuperarnos. Esa ayuda puede llegar mediante distintas vías como el cuidado físico, el acompañamiento profesional de un terapeuta, el uso de psicofármacos, la búsqueda de apoyo social, etc.

La medicación se convierte así en una herramienta importante que busca aliviar los síntomas y debe complementarse siempre con un trabajo personal, teniendo ambas vías el objetivo de resolver el conflicto emocional profundo y alcanzar la autonomía mediante recursos y fortalezas propios. De ahí que demos especial importancia a la coordinación entre psiquiatra y terapeuta, ya sea de nuestro centro o de otros, pues la consideramos una herramienta más en el proceso terapéutico.